ostirala, urtarrila 24, 2020

Azkue (1925): "...el curioso fenómeno de adhesión del elemento epentético"

Aurreko bi sarreretan (hau eta hau) aipatu dugú Azkue an bere "Morfología Vasca" (1925), non, ikusten genuenez, esaten zuén:
Si alguien se valiera de keriak por vicios y gailu por aparato no haría otra cosa que servir de instrumento consciente a evoluciones inconscientes que se sienten venir. Esos cuatro elementos tasun, kari, koitz y kizun, empleados como vocablos independientes, son más bien asun (de ondasun, osasun, maitasun, erasun), ari, oitz (de esto solo tengo probabilidad) e izun; no siendo la t en el primero y la k en los tres últimos otra cosa que elemento epentético. Sin embargo, el valerse de tasun por cualidad, koitz por múltiplo, kari por causa ... y kizun por objeto final es muy conforme al genio de la lengua.  [Azkue, 1925:18-19]
Justuki horren jarraian, Azkue mintzo zaigu buruz mekanismoa bera, eta ematen dizkigu beste zenbait adibide
Los vocablos, que en su evolución llegan a sufijos, al recuperar algunos de ellos su primitiva categoría morfológica, sufren el curioso fenómeno de adhesión del elemento epentético y convirtiéndose este en prótesis tenemos a koi por oi significando «aficionado» en la frase suletina enüzü koi no me gusta; talde por alde «gente, muchedumbre» en varios dialectos; kondo por ondo residuo y tambien el chiquitín de casa en B y G; tegi por egi en varios dialectos «lugar cerrado» y aun «muchedumbre». Por ume restringiendo su significación de «niño» a la de «cría» decimos en B kuma, kume y aun kumak las crías. Erdiak significa «medias horas» en Gernika (B) dicen terdiak. Tartean artu se dice por artean artu coger en medio.  [Azkue, 1925:18-19]
Hau guztia (hala mekanismoa bera, nola Azkueren komentarioak) iruditzen zaigu beste harribitxi bat. []

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